
los muebles nunca volverán a ser los mismos, sobre todo si los has sacado de su lugar habitual, el que se habían acostumbrado a ocupar, su ideal abstracto. Los mueves por un tiempo y cuando regresan... Es difícil imitarse a sí mismo, es difícil ponerse de pie en el lugar que habías ocupado tiempo atrás, la primera vez que se orientaron, que los situaste en ese ángulo, justo en aquella posición. Y aunque fuera así, aunque se los obligara a que fuera así... se resisten. Ya no son lo que eran. Los muebles han cambiado. De pronto cojean, la biblioteca derrumba ficciones inverosímiles, y la cama, (uhmmm! el valor de la pausa...), ha desterrado cualquier romanticismo. Los muebles imponen su nueva condición.
2 comentarios:
me encanta leerte, tays
un beso
a mi también,
leerme
y releerte
t.
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