lunes, 28 de diciembre de 2009

Si veo una mano que marca el ritmo. Yo quiero ser la música.
Si escucho una oración,
quiero ser el papel desgarrado bajo el peso de la tinta.
Si es un lamento, quiero ser la lágrima que no acaba de brotar.
Si escucho un grito, quiero ser la vehemencia de quien se expresa.
Si dos se abrazan, quiero ser su fuerza.
Si se desprende un beso, quiero ser los labios.
En la prisa, las piernas.
En la reflexión, la palabra.
En la mentira, el dolor.
En la cobardía, el arrepentimiento.
Si te sintiera respirar... pediría permanecer en tu pecho.
Si se instala el silencio, ser lo que se calla.
Ser el lugar donde guardas la emoción.
Pero si nada de esto puedo,
al menos ser el viento que sin querer enreda mis cabellos.
Y es que la vida no me alcanza pa’hacer todo lo que quiero ser.

jueves, 24 de diciembre de 2009

feliz en fiestas! feliz? bueno, va, digamos que... sí?




El jorn del judici
parrà el qui haurà fet servici.
Jesucrist, Rei universal,
homo i ver Déu eternal,
del cel vindrà per a jutjar
i a cada un lo just darà.
Ans que el judici no serà,
un gran senyal se mostrarà:
La terra gitarà suor
i tremirà de gran paor.
Terratrèmol tan gran serà
que les torres derrocarà;
les pedres per mig se rompran
i les muntanyes se fondran.
Los puigs i plans seran igual.
Allà seran los bons i mals,
reis, ducs, comtes i barons,
que de sos fets retran raons.
Gran foc del cel davallarà,
mar, fonts i rius, tot cremarà.
Los peixos donaran gran crit,
perdent son natural delit.
El sol perdrà la claredat,
mostrant-se fosc i alterat;
la lluna no darà claror
i tot lo món serà tristor.
Après vindrà, terriblement,
lo Fill de Déu Omnipotent:
de morts i vius judicarà;
qui bé haurà fet, allí es veurà.
Als bons dirà: -Fills meus, veniu,
benaventurats, posseïu
el regne que us està aparellat
des que el món va ésser creat.
Als mals dirà molt agrament:
-Anau, maleïts, an el torment;
anau, anau al foc etern
amb vostro príncep de lo infern.
Humil verge qui haveu parit
Jesús infant en esta nit,
vullau a vòtron Fill pregar
que de l'infern vulga'ns lliurar.
El jorn del judici
parrà el qui haurà fet servici.

(Cantoral Mallorquín s. XV)

sábado, 19 de diciembre de 2009

el cuento del bosque encantado

Había una vez una serpiente super larga que tenía un palo de oro para encantar a los chicos. Entonces había que matarla. Entonces la serpiente le da un coletazo a la espada de Sant Jordi, le cae en la barriga y se mata, (Sant Jordi). Y viene uno que la mira y quiere coger el tesoro, pero no pudo porque era demasiado gordo. La serpiemte lo oyó, él la vió y se cayó muerto. Y ya está.

(El que está en la montaña es alguien del bosque encantado, pero no quiero que salga en el cuento, porque si no, será demasiado largo. Mama, ¿yo no voy a escribir todo eso que te he contado, no?)

lunes, 14 de diciembre de 2009

un espacio de promoción para mis amigos I


un espacio de promoción para mis amigos II

TEATRO MANTA
Presenta
LLEGANDO, LLEGANDO
Sala del RAI Jueves 17 Dic. 20h
C/Carders 12, Entlo
Entrada de colaboración 4€

Un pequeño montaje producto del proyecto del RAI "Me Escuchas?" con Jóvenes Senegaleses (Top Manta) que han querido participar para contar a su manera el cómo han llegado hasta aquí.
Los noticieros solo se limitan a hablarnos del número de cayucos o pateras, de cuantos inmigrantes, y en el mejor de los casos de su origen. Pero si venís a acompañarnos, no solo estaréis apoyandolos en su lucha de poder seguir expreando a través del teatro lo que sienten y viven, sino que quizás igualmente descubráis otros detalles que hacen parte de esa larga y mortal travesía que los marca a ellos mismos, a la vez que les dá la fuerza para seguir luchando para hallar un lugar en esta sociedad y también lograr algún día a vivir dignamente.

Luego nos gustaria que compartieramos todos juntos un deliciosa comida senegalesa a ritmo de yambé. Os apuntáis? pues os esperamos!
Abrazos!
Willo y Luz Marina

domingo, 13 de diciembre de 2009

drama existencialista en tres actos

ACTO I
Anduvo buscando la respuesta sin conocer la pregunta.

ACTO II
Habiéndola encontrado, buscó la pregunta que mejor se adecuase a su contestación.
Pero no la halló.


ACTO III
Sin pregunta ni respuesta vaga solo hasta el fin.

domingo, 6 de diciembre de 2009

de encuentros y azares


Como aquel que lleva libros o pañuelos dentro de su bolso, yo cargaba con un acta de defunción en mi bandolera. La de un desconocido. La había encontrado en el banco de una estación del metro. Dentro de un sobre. Lo cogí con la desconfianza que se manifiesta hacia todo aquello que no viene recomendado, que no es presentado, que no es entregado por alguien que lleve marca de oficio, o al menos que consiga rozarte con la anestesia de lo habitual.


La estación estaba casi vacía, todavía vibraba en el aire la resonancia producida por el último convoy. Por su huída precipitada. Aunque eran las 12 del mediodía y el andén pronto fue invadido por corredores de salto con vaya, carteristas, hombres con zancos, paracaidistas y mujeres con barba.


El sobre lo cogí con cierta reticencia, mirándolo vuelta y vuelta, cual bistec vuelta y vuelta, sin encontrar Barcelona en los datos del remitente ni del destinatario. Lo lógico era poner el sobre dentro de otro sobre y enviarlo. Pero, ¿y si las señas nada tenían que ver con aquello que habitaba en el interior del paquete?


Me asomé dentro del sobre. Como si buscara la voz del dueño, como si quisiera encontrar el mapa del tesoro, intuyendo que el camino de regreso estaría inscrito en alguno de los papeles que contenía. Así que los extraje, lo suficiente como para inspeccionar los encabezados sin violar el contenido. Pero al no ser bastante decidí pecar. Invadí el terreno del otro con el ánimo de ayudarlo, pero abandonada la estación, el vagón no era el mejor lugar para cometer un delito, al menos no éste y los volví a guardar. A penas si había tenido tiempo de leer Subsidio por defunción, y darme cuenta que el resto del contenido era toda la documentación que suele exigir este tipo de impresos: la biblia de una vida en papel sellado.


Más de tres horas cargué con un sobre que latía apenado, oculto entre mis cosas, hasta que llegué a casa y finalmente lo pude desnudar. Una a una, fui revisando todas las hojas, hasta que até una escueta pero dramática historia, sobre todo a causa de la edad del fallecido. La mía. El año de su nacimiento fue el detonador de mi empatía, por él, por un muerto, por alguien que no conocía.


Después hice una llamada, al poco obtuve la contestación esperada y dos horas más tarde me reuní con la persona que facilitaría la devolución de los documentos. De mis manos hasta las manos de unos padres, más desconsolados que mayores, aunque en realidad lo fueran.


El encuentro duró mientras las palabras sobrevolaron el recuerdo del amigo muerto y las circunstancias de su abrupta desaparición. No había posibilidad ni ánimo para nada más. El agradecimiento, el rechazo de una posible “recompensa”, el consuelo de su parte cuando me invadió la tristeza y el adiós.


_ No sé si tornaré a veure't. Però, si més no... ànims!- Me dijo.


Giré. Supongo que él hizo lo mismo, para después tomar un camino contrario al mío. Deshaciendo sus pasos, alejándose con extrañeza de la casualidad que lo había llevado hasta mí.