Si veo una mano que marca el ritmo. Yo quiero ser la música.
Si escucho una oración,
quiero ser el papel desgarrado bajo el peso de la tinta.
Si es un lamento, quiero ser la lágrima que no acaba de brotar.
Si escucho un grito, quiero ser la vehemencia de quien se expresa.
Si dos se abrazan, quiero ser su fuerza.
Si se desprende un beso, quiero ser los labios.
En la prisa, las piernas.
En la reflexión, la palabra.
En la mentira, el dolor.
En la cobardía, el arrepentimiento.
Si te sintiera respirar... pediría permanecer en tu pecho.
Si se instala el silencio, ser lo que se calla.
Ser el lugar donde guardas la emoción.
Pero si nada de esto puedo,
al menos ser el viento que sin querer enreda mis cabellos.
Y es que la vida no me alcanza pa’hacer todo lo que quiero ser.
ORIGEN y DESTINO del libro Tenemos que hablar y otros cuentos sentimentales
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enamoré con veintidós años de alguien que no pudo o no quiso corresponderme
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Hace 2 meses
4 comentarios:
Precioso, Tays
uuaauuu!
:)
Gracias, Rai. Tu analogía del sapiens y el neardental también me parece hermosa.
Quizás... también por aparecer, aunque ya hace días que me gustaría verte en tu blog...
Sois muy amables.
beso y abrazo
¡Qué deseos más buenos! En unos ser el arte, la representación del sentimiento, en otros el medio, la forma de expresarlo. Y no es que nadie pueda ser dos cosas si no que no pueden sentirse a la vez. Seguro que muchos de esos sentimiento ya eres...
¡Saludos!
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