domingo, 24 de enero de 2010

una pausa, por favor

porque hoy es domingo, porque me gusta la música del sueco José González. Lo descubrí en una convención. Por suerte siempre hay algo que me hace flotar. El dancing de ayer, las burbujas color naranja... Aunque me lo tengo dicho, me tendría que dejar de ciertas cosas, de cierta envergadura anímica, de tantos estados vividos en paralelo. Aunque todo vuelve, es más, me persigue. Mala cosa. Tendré que reiventarme, pero todavía no sé con qué, ni en cómo ni dónde qué. Paso palabro. Y me alejo y me acerco a la realidad, esa que pierdes cuando te desmayas, de forma intermitente. Voy, vengo, vuelvo, vuelvo para no estar y me revuelvo. Con alas sería todo mucho mejor, si no más rápido, al menos más diverso. Pero por ahora me quedo aquí, con José, un ratico, y dentro de un rato, ¡yo qué se!

3 comentarios:

Orfeu dijo...

Un poco triste.
Yo estoy con esta, bastante alegre:
Frauen sind die neuen Männer, de Die Prinzen.
La encuentras en spotify, http://open.spotify.com/track/4SJhrpcf3uX4neKmemUrq2

la sonrisa del calabacín dijo...

Crosses es melancólica, pero muy optimista. Y eso me gusta.
Por cierto: me invitas a ser uno más de spotify?
Abrazo!

la sonrisa del calabacín dijo...

Orfeo, probados los Prinzen, me quedo con la alegria de The Palast Orchester y su Sex Bomb! Max Raabe es lo más!