miércoles, 28 de enero de 2009

un cómic

Traducción:
_ Tenim...
_ Què tenim?
_ ¡Un pájaro!

jueves, 8 de enero de 2009

3 x 2

De brazo en brazo
Unos pies que iban retrocediendo y los míos que iban avanzando
Abrazo dulce para Jorge, abrazo alto para Jose
Abrazo de cuñado para Pedro
_ Ahora eres tú la que tiene que ir para allá

Lo que él no sabe es que ese allá se encuentra tan lejano como el después de una larga pausa.

De uno en uno
Hasta que me vi envuelta por el abrazo de mi padre
fuerte
acompañado de un te quiero
Convertida en eco
Te quiero
le respondí.

Tan fácil que parece decirlo cuando se dice
Tan difícil decirlo cuando no se hace
mi madre se reservó el último turno
como si quisiera llevarse lo mejor de mí
Ella no dice
hace
ella abraza y llora
y cuando se separa
Alguien le está arrancando una parte de sí

Nos volveremos a ver…
¿Era una pregunta o una promesa, aquello que pronunció mi hermana?
Adiós adioses
Eso esperan nuestros cuerpos, este resonar
Este volver a verse
a encontrarse
Este aquí
para volvernos a abrazar

domingo, 4 de enero de 2009

REGRESO


Muchas veces. Buscando. Esperando encontrar aquello que olvidé, aquello que dejé por descuido. Regreso y espero encontrar lo que ya no está. ¿O nunca estuvo? Lo que imaginé tener. ¿O acabó siendo otra cosa? Me voy desgranando y mientras regreso me voy comiendo. Sin conseguir hacerme desaparecer. Estoy en mi mano. Cualquiera de ellas, en la izquierda mejor, por imperfecta. Regreso. Y lo que encuentro, sólo por el hecho de volver, puedo volverlo a perder. ¿Regreso? Quizá sólo he vuelto atrás para abandonar un pensamiento, una mala impresión, un deseo impreciso, inconsecuente, todavía inmaduro, tembloroso. Tal vez. Entonces vuelvo y regreso. Otra vez en el punto de inicio. Para corregir una respuesta, ¿o para buscar una pregunta? Cuanta pendejada olvido, regreso a buscarla: un documento, mis gafas, la memoria o la llave de paso. Regreso. Para borrar, para volver a empezar. Mentira. Nunca. No de cero. No se puede arrancar de la nada como si nada, ajenos a todo. Somos acumuladores de capas. Feliz regreso. Sólo con rasgar encuentro lo que busco. Da igual que esté detrás de una puerta o de un telón. Inicio un camino pero vuelvo a encontrarme otra vez en aquel punto. ¿Estoy aquí por segunda, tercera o cuarta vez? ¿Y es que siempre hay una primera vez para absolutamente todo? Regreso. Quiero saber dónde escondes tu fragilidad. Entonces vuelvo atrás por la voz. Y si estaba en tu rodilla regresaré y besaré el párpado que esconde tu ojo o tu sombra. ¿No hay otra forma? Regreso. Y quizás me dejo atrás, y si salgo ya no soy ni el perfil de la que entró. Un espectro ocupando la silla de este bar, mirando a otros espectros que la miran o fingen hacerlo. Dejándose llevar hasta aquel punto en que bajaba por unas escaleras hace 14 o 15 años y que después de caminar sobre un haz de luz desenvolvía un gesto para dejarse interpretar. Regreso y me sitúo frente al mismo museo del mismo pintor. Otro cuadro. Y soy y no soy yo. La ciudad es y no es la misma. Capa tras capa. La busco en fragmentos del pasado, tal vez fotografiados o tal vez sólo narrados. Recuerdos que no me pertenecen y que incorporo en este andar, en este volver, en este transformarme. Capa tras capa. Regreso. Al mismo lugar para releer aquel fragmento. La misma novela. Regreso. Buscando la emoción. Es y no es la misma, fragmento de melodía, la vieja canción. Ya nada es nuevo, por eso regreso. Sólo para intentar hacer el círculo más grande. Para hacer algo que me permita escapar de la asfixia. Algo, que me ayude a construir un nuevo poema. Otro poema. O tal vez el mismo. Regreso. Para desnudarme. Capa tras capa. Otra vez.