domingo, 28 de septiembre de 2008

en 69 palabras...




espacio reservado
para LA FOTO




Amanecí del revés. Es decir, con 93.
Buscando el equilibrio en la horizontal de las sábanas,
bañándome con las risas que quedaron grabadas en humo
por los techos de casa.
Gracias a todAs por acompañar la enumeración de mis velas,
por darme de beber. ¡He visto la luz!
Cambiaré de profesión y montaré un celler.
Y por las que no, la copa fue alzada y tomada.
Muchas-chas.

domingo, 21 de septiembre de 2008

mapa de cercanías


Cuando me fui os dejé en tertulia dentro de un aula de la UNIA. Así os recuerdo. Ahora cada uno debe estar en su propia estación, haciendo lo que quiere y como puede. Mientras, me acompañan voces, canciones, palabras del revés, emociones dobladas, gestos extraviados, imágenes deformadas en recuerdo, libros, títulos, historias, las vuestras, las que viven en mi.




viernes, 19 de septiembre de 2008

miércoles, 17 de septiembre de 2008

notas de un viaje

_ Mama, yo te conocía desde antes. Ahora ya no te conozco tanto.
_ Qué quieres decir?
_ Nunca había pasado tantos días fuera.
_ Sí, han sido muchos.
_ Necesito diez días para volver a estar, para oler los rincones, para oler el techo, para oler el armario, para oler... (Se ríe y me huele.) Mama, ahora ya te conozco como antes.

lunes, 8 de septiembre de 2008

caraquiando la revolución

Qué diferentes eran los revolucionarios de antes respecto a los de ahora, falsos remedos, fantoches, codiciosos y ególatras amantes del espectáculo. Será que los nuestros están lejos de entender la revolución con la austeridad que lo hacían antaño los "buenos revolucionarios": como un sencillo acto de amor. Entonces la revolución se vivía igual que el sentimiento, como una utopía soñada, tal vez eterna, alcanzada sólo a ratos, y que tarde o temprano va siendo devorada por la muerte o por la pérdida de lucidez de sus protagonistas. Qué tendrá que ver la Cuba del 59 con la Venezuela del 2000, por muy hermanados que estemos... Lo sé, la lucha contra el imperialismo, es decir contra los EEUU. Pero lo que fue un paso inesperado, osado y primigenio en los primeros, en nosotros es una máscara, un amago incapaz de esconder nuestro fracaso: la incapacidad para gobernar y ser gobernados con dignidad, sin poder restituirle a un pueblo ignorado, ignorante y manipulado las herramientas que le fueron usurpadas desde siempre para emprender con sus propias manos el progreso. Y no hablo de dinero, hablo de la verdad. Pero hoy en esa tierra, en esta, no interesa. Qué tendrá que ver hoy Venezuela con el grito patria o muerte espetado por un cubano en el campo de batalla en aquellos años, o por un argentino en el 64, en el seno de la ONU. Nada. Absolutamente nada. Pero dicha frase preside mítines, intervenciones públicas y le da rojo colorido a unas pancartas que ensucian con su propaganda cualquier rincón del país. Bien dijo el Che que las revoluciones no se importan, a pesar de que el mundo ahora esté globalizado y nos conectemos en red. Sólo nos queda el recuerdo de unos personajes convertidos en mitos, y un tiempo que nos traslada, inevitablemente, a una añorada edad de oro. No en vano fueron la inspiración de tantos poetas, que le cantaron a la revolución conjugando en sus canciones hermosas declaraciones de amor. Canciones que seguiremos catando, con las que seguiremos soñando, a pesar de que ya no creamos en la revolución. Al menos, no en la del presente.


(Para ti CC, que compartes conmigo la pasión por Silvio.)

martes, 2 de septiembre de 2008




buenos días! - escuchó
y quedó tan sorprendido que alguien le hiciera parecer vivo
que se probó estornudando y se empañó
queriéndose, se borró
y esperando el regreso ignoró que allá de donde venía la voz
en realidad no había
nada
más que nadie
nada más
que nada
nada más
que el gesto de un feliz desesperado:
su reflejo